jueves, 9 de febrero de 2017

The Switch (B. Skow, 2016)


No he visto toda la filmografía de B. Skow ('The Condemned', 'Color Blind'), pero lo cierto es que no le relacionaría con la comedia. Supongo que por eso me pasó por alto esta película y me sorprendió verla nominada en los AVN a la mejor comedia. Pero lo cierto es que esta historia (escrita por David Stanley) de intercambio de cuerpos logra lo que se propone: que pasemos un rato divertido a costa de lo que les pasa a dos amigos al despertarse con los cuerpos cambiados.


En una película de chicas o infantil, este intercambio de cuerpos se daría cogiéndose de la mano o chocando con las cabezas. Pero es una peli de chicos, así que Xander, un actor porno egoísta y libertino, y su amigo Chad, un padre soltero tímido y algo remilgado, se cambian los cuerpos por una extraña magia cuando cruzan los chorros al mear. Tal cual. Ambos desean probar el estilo de vida del otro; pero, como era de esperar, nada es como esperan.


Y así, tenemos a Chad White en el cuerpo de Xander Corvus acudiendo a su rodaje porno con Romi Rain, una escena muy divertida (son los mejores del reparto) con Xander alucinando y sin saber por dónde empezar con Romi. Una vez fracasada la escena, Xander y Romi tienen un polvo mucho más íntimo y cariñoso que el que tendría el verdadero Xander, algo que no se esperaba Romi, que se enamora de él.


Por su parte, Xander, en el cuerpo de Chad, cumple la fantasía de este padre soltero tirándose a la canguro, una Mia Malkova que parecía modosita y era una fiera. El problema llega cuando vuelven a sus propios cuerpos y a Romi no le gusta el verdadero Xander y Mia necesita más caña de la que el verdadero Chad le puede dar.



La película incluye dos buenas escenas más de Xander, una al principio con Katrina Jade mientras presume de porn life y otra con Mia, que sabe que era él el que le daba sexo duro en el cuerpo de su amigo. La película termina con final feliz y con la moraleja que siempre trae este tipo de películas. Y lo cierto es que todo funciona realmente bien. Es divertida en todo momento, el sexo, sin salirse de lo habitual, es excitante y siempre viene a cuento y el final te deja con buen sabor de boca, aunque los personajes no puedan decir lo mismo (vedla y entenderéis este último comentario). Un simple pero buen trabajo del tándem Skow/Stanley.

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