Paul Thomas creó la que posiblemente sea una de las diez mejores películas para adultos de la década con el remake de una de sus propias obras (La masajista, 1990). Los protagonistas de este remake son la gran Jenna Jameson y su entonces marido Justin Sterling, encarnando los roles interpretados por Hyapatia Lee y Randy Spears en el filme de 1990.
El filme cuenta la historia de Jim (Sterling), un oficinista tímido y retraído obsesionado por el bondage y enganchado a las páginas de Internet acerca del tema, pero incapaz de establecer una relación sentimental de ningún tipo. Su compañero de oficina Brad (Evan Stone) y Amy, otra chica de la empresa que está interesada en él (Wendy Divine), son sus únicos “amigos”, pero él evita relacionarse.
Jim decide ir a un salón masaje donde conoce a Barbara (Jenna Jameson). Paulatinamente, Jim se va obsesionando más y más con ella y en las diferentes sesiones de masaje, Jim paga a Barbara por prácticas sexuales menores (masturbación y felación), a lo que ella accede con tras reflexionar y sólo por el dinero. Con el tiempo, la obsesión de Jim irá a más, sobrepasando los límites establecidos por Barbara.
Thomas desarrolla un guión profundo y ejecuta sus tareas de realizador con la sutilidad y la rectitud de los clásicos, añadiendo toques de modernidad de estilo psicológico. La película progresa delicadamente a través de inquietantes escenas argumentales y cortas escenas sexuales cada vez más largas, profundas, sensuales y excitantes que nos van introduciendo en la historia y en la psicología de los personajes.
Destacan entre las escenas sexuales la felación de Jenna a Justin en el salón de masaje (tremendamente sensual y excitante) la escena bondage entre los protagonistas (decididamente apasionante, fabulosa e inquietante), la magnífica escena lésbica entre Jameson y Savanna Samson (apabullante, desasosegadora y, de nuevo, con elementos bondage) y la escena final entre Justin y Jenna (tremendamente realista y apasionada). Las escenas sexuales van increscendo en intensidad e inclusión bondage (siempre suave y moderada), recibiendo su culmen en una escena tradicional entre los protagonistas, donde la pasión de la relación verídica de los dos actores es palpable en los gestos, las miradas, los movimientos y la intensidad de la escena.
Asimismo, la interpretación de los actores y actrices del filme es sobresaliente. Justin ofrece un retrato enormemente inquietante de un perturbado obsesivo, con su particular mirada y gesto impasible. Evan Stone y Wendy Divine cumplen con eficiencia y humildad su papel de personajes secundarios (aunque imprescindibles en el desarrollo psicológico del personaje principal). Sin embargo, la mejor actuación del filme la ofrece la increíble Jenna Jameson (más bella y natural que nunca en este filme), que se mete en el personaje desde la primera escena. Una interpretación sobria, delicada y de nivel profesional. Realiza gestos estudiados y movimientos sutiles que te introducen paulatinamente en el personaje protagonista femenino, y consigue dar sentido al desarrollo de la trama y al final del filme, tan turbador e inesperado como el resto de escenas.
En conclusión, Paul Thomas realiza una nueva demostración de profesionalidad cinematográfica. Desarrolla un guión profundo y fusiona un argumento bien tramado con el sexo más pasional, siendo el sexo imprescindible en desarrollo de la película, y mostrando la psicología de los personajes durante unas escenas sexuales excitantes y apasionadas, sin perder la conexión con el filme y realizando una obra cohesionada e irrepetible.
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La mamada que le hace Jenna a Sterling me parece simplemente épica.
Jejeje... vengo a tocarte las narices por aquí, que tengo más "espacio". De siempre Jenna y Ginger Lynn, han sido mis atrices favoritas de todos los tiempos (bueno, junto con Christy Canyon, las mejores tetas de la historia del porno, para mi gusto). Desde hace unos años, añado a Belladonna, Sasha Grey y a Alexis Texas (y desde hace unas semanas a Tori Black, a la que gracias a tu blog le he prestado la atención debida, ya que por torpeza mía, en su día la había desechado).
Reconozco que tengo descargada esta versión de La Masajista desde hace meses, pero la he visto muy por encima, porque para mí no tenía el morbo del original y mucho menos de la versión de Taylor Haynes, película que he "visto" cientos de veces.
Y a lo mejor es porque estas dos las he visto dobladas. Y me daban morbo los diálogos. Por desgracia, las películas que más me gustan desde hace tiempo, las he visto en versión original y para mi pierden un punto importante que tenían. Serán las costumbres y los vicios adquiridos cuando era más jóven.
Sin duda. Si ya la has visto doblada y te gustó, al verla en original no es lo mismo, además de que no la puedes seguir igual. Pero bueno, esta vale la pena (nota personal: repasar las originales)xD