El Ficeb ya está aquí. Ah, no, perdón, esto, definitivamente, no es el Ficeb (aunque recicle uno de los carteles promocionales más conocidos del Festival). El antaño prestigioso y excelso Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona murió el verano de 2008 en Madrid y, este año, sus promotores han vuelto a casa para traer el Salón Erótico de Barcelona (del 30 de abril al 2 de mayo). Ellos los anuncian como I Salon Erótico de Barcelona, pero yo prefiero guardar el ordinal hasta ver si existe una secuela; la primera entrega de Terminator no se estrenó como Terminator I.
Y así es. Al Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona se le ha caído la F, la C y, en el fondo, la E que nunca tuvo. Por lo visto, este nuevo salón sí será internacional (vendrán personalidades del porno de otros países) y sin duda será en Barcelona. Pero lo que es seguro que no tendrá festival de cine. Así, por desgracia, la fiesta de porno español será sólo aquello que criticaban los detractores de los últimos FICEB (sobre todo del último): tres días de mercadeo de carne, sexo en vivo y marketing de productos varios. No está mal, eso da dinero.
Aunque bueno, no me extraña que no haya festival (y no sólo por la pasta). La producción de cine X en España en el último año ha sido prácticamente inexistente (Torbe, Millander, Valtueña... ¿alguien más?), así que, ¿para que? Sin duda es una pena. El FICEB era un certamen de cine porno reconocido internacionalmente, posiblemente el tercero más importante del mundo; ahora lo único que sobrevive es la Ciudad Condal. Sí, sí, ya sé, que si la crisis, que si patatín, que si patatán... pero Francia continua produciendo, importando y exportando cine X, y nosotros vemos lo triste del porno español en un reportaje de televisión. Una verdadera pena.
Estás totalmente en lo cierto, cuando los Hot d'Or cerraron (por lo visto por hacerlos demasiado cerca del festival de Cannes y durante el mismo período) la referencia europea frente a los AVN Adwards eran las ninfas de Barcelona.
Pero nos pasa como el fútbol (aunque ahora tengamos buena selección) que hacemos buenos actores, pero no producciones y a nivel internacional, al final, compites en desventaja.
Y mira que hubo un momento en que había grandes directores... pero aún así, eran 4-5 producciones al año; el resto no eran gran cosa.
Al final, como siempre, nos hemos cargado el chiringuito y ahora somos una fábrica de actores, buenos eso sí, pero tampoco se les premia, no sea que a los españolitos se les suba mucho a la cabeza.
Buen artículo.
Crítica constructiva: hubiera dado para más si hubieses hecho una cronología de todo el FICEB desde sus comienzos, cuando tocó techo con Latex en el certamen, tenía 14 años y fue todo un acontecimiento, reportajes hasta en programas serios de cadenas serias de televisión.
Fernando.
Yo en parte también creo que se ha perdido la esencia del festival de cine (ahora inexistente) pero soy optimista y por algo se empieza. Mi propuesta sería una mesa redonda con proyecciones con creaciones audiovisuales independientes dentro del mismo festival (o de forma paralela a este). Quién realmente valora esos productos se acercará a curiosear.
Entre todos/as se pueden hacer buenas cosas y aportar ideas.
Lo sé, soy una romántica pornocinéfila empedernida en este ascpeto, aunque también soy realista y soy consciente que los gustos del consumidor/a han cambiado en estos últimos años.
Un saludo.