Tras el fracaso de la excesiva aunque ambiciosa y original epopeya bíblica 'Sodom and Gomorrah: The last Seven Days', los hermanos Jim y Artie Mitchell no se dieron por vencidos en su intención de crear una gran producción de época que ensalzara el cine X y su talento como cineastas. Sin embargo, cedieron la dirección de su gran proyecto, 'The Autobiography of a Flea', a Sharon McNight, amante de Jim y futura actriz de segunda que hace un trabajo sorprendentemente bueno al frente de esta película ambientada en la época victoriana.
Basada fielmente en una novela homónima de finales del siglo XIX, la película narra cómo el despertar sexual de una jovencita de 14 años (Jean Jennings) es aprovechado por su tío y por un vicioso monje local (Paul Thomas) para trastocar la vida de un noble amigo de la familia.
Con cierto regusto a 'Las amistades peligrosas', la adaptación que hizo la propia Sharon McNight de la novela, en la que una pulga de la chica es la que narra las aventuras en un genial y sofisticado voice-over, es realmente divertida y amena. Mezcla la seriedad que le otorga la producción de época y la propia trama de abusos y perversión con la comicidad con la que los personajes viven sus aventuras.
El guión está lleno de ironía, personajes viciosos, crítica social y gags como las diversas referencias al doloroso tamaño de la herramienta de Jonh Holmes, la desidia de la protagonista ante dos hombres sexualmente inútiles, el mordisco de la pulga al tío de Jennings cuando quiere forzarla, la persecución a lo Benny Hill del marido de Annette Haven a Holmes (que salta por la ventana) o la frivolidad con la que Jennings se toma los abusos sexuales bien sea de familiares o religiosos.
La cuidada producción de época revela que los Mitchell apostaron fuerte por la película y para que todo saliera a la perfección reunieron un fantástico reparto. Paul Thomas y, quizá por encima de todos, John Leslie hacen un trabajo excepcional como el monje corrupto y el inocente Monsieur Delmont.
John Holmes aparece tan contundente como siempre como el monje vicioso de gran aparato, la joven Jean Jennings sabe explotar su doble faceta virginal y zorrona, el sospechoso habitual sin papeles de sexo Dale Meador borda su repulsivo papel como tío de Jean, y secundarios como Annette Haven, Joanna Hilden o el desconocido Mitch Mandell hacen redonda esta obra de los Mitchell.
La parte sexual flaquea frente a la argumental pese a tener una trama muy centrada en el sexo. Es muy poco explícita y hasta inocente en muchas ocasiones. Poco sexo oral, escasas eyaculaciones y posturas no muy disfrutables son la tónica del filme que, sin embargo, tiene escenas viciosas y políticamente incorrectas que compensan la falta de carne explícita (aunque podamos disfrutar de varias escenas con el cuerpo desnudo de Jennings, Haven y Hilden, las tres únicas mujeres del filme).
El padre Ambrose (Paul Thomas) reprende a Jean por retozar con su novio para luego acostarse con ella junto a sus compañeros de congregación. Y Jean se deja hacer en el campo por un granjero y su hijo, además de por su propio tío, que engaña a Leslie para que se folle a su propia hija sin saberlo. Otro monje (Holmes) entra por la ventana para acostarse con la joven Jean aunque acaba haciéndolo con su tía, Jean doma sexualmente a su tío cuando éste la intenta acechar en el dormitorio... y así varias situaciones divertidas y nada correctas que logran que disfrutes del sexo como componente esencial de la parte argumental.
que buena pelicula yo lei el libro y esta de super morbo gracias