James Deen decidió afrontar el quinto de sus pecados capitales, la envidia, desde un punto de vista femenino y, relegándose a sí mismo a un simple papel secundario sexual, puso al frente del proyecto a Chanel Preston, actriz que rara vez decepciona. Logró, gracias a ella y a un guión simple pero estudiado, una nueva entrega de su saga que sigue dejando el nivel realmente alto.
Channel es una mujer casada y sin hijos que lleva una vida modélica en un barrio resindencial. Pero noche tras noche espía a través de la ventana los momentos sexuales de su vecina adolescente (Chloe Foster). ¿Simple curiosidad o pura obsesión?
En este caso, lo que Chanel envidia es el deseo que despierta la adolescente Chloe Foster en los hombres: su juventud, su magnetismo, su piel... y tras muchas noches mirando por la ventana y recibiendo la indiferencia de su marido, la ama de casa perfecta cocina unas galletas que sedan a Chloe para poder secuestrarla.
Como ya hizo en 'Greed' y en 'Pride', Deen nos muestra el pecado en el cuerpo de una psicópata, que tras secuestrar a Chloe la someterá en su sótano a sus más ardientes pasiones hasta quitarle todo aquello que envidia.
Saltando hacia delante y hacia atrás en el tiempo, vamos viendo los puntos clave de esta espiral de envidia en la que se ve sumida Preston.
La vemos espiando dos noches de sexo de su vecinita, ambas con James Deen. Dos polvos que vemos a través de sus ojos, en la distancia a través de la ventana, en los que la jovencita Chloe es masturbada y follada en múltiples posiciones.
Es cierto que las escenas (sobre todo la primera) a través de la ventana se hacen largas por la monotonía de planos; pero nos muestran ese objeto de deseo en la distancia, caliente e inalcanzable, que Preston admira sin poder tener y que llega a su punto crítico cuando Chloe corre las cortinas y Preston, totalmente cachonda, busca sexo en su marido, al que acaba masturbando sin que se despierte.
Pero Preston revela su verdadera cara tras el secuestro. Y es que tras explicar claramente a Chloe la envidia que la corroe, la somete haciendo que le coma el coño en diversas posiciones mientras la tiene atada de manos en una excitante escena en la que Preston demuestra que nadie puede resistirse a ella.
Pero el plato fuerte llega al final. Y es que Preston necesita arrebatar a Chloe el poder que tiene sobre los hombres, sentirse tan deseada como ella. Así que tras ver como tres hombres le follan la boca a la rubia, cada uno de ellos va pasando entre sus piernas hasta olvidarse de Chloe.
Uno por uno, Deen, Tommy Pistol y Dane Cross sacan la polla de la boca de la adolescente y se van turnando para follarse y comerle el culo y el coño a Preston. Y cuando los tres ya han pasado por ella, la última pareja se convierte en un trío y, poco después, los tres hombres se están follando a Preston abandonando a Chloe.
Así, la película y la escena sexual se culmina con una doble penetración para Preston mientras el tercer hombre le mantiene la boca ocupada. Un cuarteto que termina con los tres corriéndose en la cara de Preston mientras, en segundo plano, Chloe mira al suelo, hundida y abandonada.
James Deen vuelve a lograr con su quinto pecado (tras 'Greed', 'Gluttony', 'Lust' y 'Pride') una muy buena película rematada con un acertado final, ya que Preston, a los ojos de la comunidad y de su marido, sigue siendo, tras el secuestro y la orgía, la ama de casa perfecta que espera a su marido tras la jordada de trabajo.
No hay duda que james esta dando la hora con esta serie que por cierto es de muy buena calidad .
A mí me está encantando. Para mí, debería llevarse el premio a director del año en los AVN