'Voracious' es uno de esos proyectos que cuesta digerir.
Stagliano no había vuelto a enfrentarse en serio al porno argumental desde que
terminó las dos secuelas de 'Fashionistas' (un exceso impresionante, exagerado
e innecesario, algo así como la segunda y tercera parte de 'Matrix') y lo ha
hecho tirando la casa por la ventana: con una producción de más de seis horas
que ha tenido que vender por capítulos en Internet y que luego ha sacado en
DVD.
Yo nunca he sido un seguidor de Stagliano. No me parece un
gran realizador, utilizando el vídeo de un modo burdo y efectista para hacer
cine; ni un gran narrador, con historias simples y algo vacías vestidas de lujo
y con exceso de equipaje. Sin embargo, es un cineasta único que presenta
productos diferentes e impresionantes, que no tiene límites ni nadie es capaz
de imponérselos. Y 'Voracious' es un buen ejemplo de todo esto.
La historia es de la Manuel Ferrara, escritor que conoce y
se ve seducido por una vampira llamada Amira (Brooklyn Lee), que se enamora y
desea volver a ser humana. Tras su primer encuentro, en el que Amira revela sus
deseos humanos, Manuel intentará llegar hasta ella, por lo que tendrá que
viajar a Europa y adentrarse en un mundo sórdido repleto de vampiros crueles y
sin escrúpulos.
La trama avanza a pasos desiguales si vemos los capítulos
por separado y a buen ritmo pero con evidente poco material si vemos la
película de un tirón. De hecho, es posible que de las seis horas y media que
dura la producción poco más de media hora sea estrictamente argumental. Tenemos
muchas secuencias contemplativas de cuerpos pinzados y situaciones de
dominación sado, contrapicados de culos marca de la casa de Stagliano,
movimientos a cámara rápida de vampiras por la habitación, unos cuantos
mordiscos, algunas secuencias de tensión y misterio bastante logradas,
localizaciones en Los Ángeles, Berlín y Budapest y personajes oscuros como el
sacerdote vicioso con ansias vampíricas interpretado por Steve Holmes.
Pero lo que nos ofrece 'Voracious' de una manera exagerada,
abundante, intensa, dolorosa, impresionante, excesiva, dura, húmeda,
apabullante y, en muchas ocasiones, hasta aversiva es sexo, sexo y más sexo.
Stagliano ha grabado para 'Voracious' algunas de las más intensas secuencias de
sexo de su carrera. Y para ello ha contado con hombres sofocantes como Rocco
Siffredi, Omar Galanti y Manuel Ferrara, y mujeres de aguante impresionante
como Lea Lexus, Sandra Romain, Ivana Sugar o la reina de este espectáculo,
Brooklyn Lee.
Brooklyn Lee hace una interpretación bastante correcta en
sus partes argumentales, con algunos destellos de gran actriz en las partes más
duras. Pero te deja sin habla en las escenas sexuales. Y no sólo por su aguante
físico y su entrega máxima al sexo, sino porque sus escenas son de sumisión
dolorosa y no sabes si está interpretando o la escena sexual que estás viendo
la está llevando a los límites de la resistencia humana.
Ves el making of y la ves reír entre escenas e incluso
metiéndose en el papel de mujer sometida cuando retoman la escena sexual tras
un corte; pero cuando las ves llorar y gritar en escenas como la que tiene con
Rocco Siffredi, que la somete sin piedad en el gimnasio, logra que tengas que
apartar la vista y dudar de si lo que ves es ya demasiado. Una sensación que se amortigua tras verlo una segunda vez, pero que sigue punzando.
El tour de force sexual se inicia en el primer capítulo, en el que Lea Lexus y Brooklyn Lee someten a Manuel Ferrara a una sesión de sexo intensa y extenuante, una estupenda escena de una hora (todas las escenas de sexo son extremadamente largas para un feature) en los que Manuel se hunde en las gargantas de las dos chicas, sumerge su cara en sus culos, se deleita con rimming y gaping para todos, ass-to-mouth y tremendos anales y hasta un buen squirt para Brooklyn. Una maratón sexual digna de ver.
Y es que Brooklyn se gana con su participación en esta
película su puesto entre las más grandes perfomers del momento. Hacia la mitad del metraje
tiene su escena más intensa, con Rocco Siffredi como no podía ser otra forma.
Rocco pone varias pinzas de plástico en sus labios, pezones, garganta y más
pedazos de su piel y a continuación empieza a follar la boca de Brooklyn con la
intensidad que le caracteriza. Y de ahí va a más, con gargantas profundas
tremendas y metiendo su mano hasta lo más profundo de su garganta sacando de
ella sus fluidos y ahogándola cubriéndole la cara con ellos al tiempo que la
abofetea en la cara, tetas y culo. Brooklyn acaba gritando y llorando,
desesperada pidiendo ver el sol, pidiendo morir.
Con más cadenas y pinzas (en la lengua, en los pezones, en
los labios del coño) y orales y anales profundos, Brooklyn también se enfrenta
a Sandra Romain, David Perry e Ian Scott en una bacanal intensa de media hora. Una de las mejores escenas de la película que culmina en una breve pelea entre las chicas, doble penetración para ambas y
una catarsis vampírica de Brooklyn tras recibir unas buenas bofetadas de Sandra
durante la DP y una mascarilla de semen que le aplica Sandra a una Brooklyn
llorosa tras la corrida doble.
Sometiéndola con un crucifijo, el Padre Steve Holmes brinda
una buena sesión de sexo oral en la calle a Brooklyn, que también le hace un
beso negro al cura. Y es que el 'hombre de fe' consigue todo lo que se propone:
además de Brooklyn, también se la chupa en la calle Zorah White tras una
persecución vampírica. Y más tarde le come el culo a Lea Lexus, que le
proporciona luego una de las mamadas más viscosas de su carrera para
acabar follándosela por todos sus agujeros (con más beso negro incluido) en una
escena oscura y bastante incómoda.
Pero el sexo no acaba ahí. Y es que junto a Rocco Siffredi,
Omar Galanti domina el clan de vampiros y el semental calvo aprovecha su
posición para echar unos buenos polvos. Se estrena con su compañera Lea Lexus
(la otra bestia de esta película) y una futura vampira, BiBi Noel. Mientras Galanti
le come el culo a la novata, Lea hace una tremenda mamada doble a la polla de
Omar y a los pies de BiBi. Lo que viene a continuación, otra escena intesa con
ass-to-mouth, assgaping, orales profundos, grandes anales, sometimiento y un
mordisco final.
A Omar y a Rocco lo que más les gusta parece ser desvirgar
futuras vampiras y poco después se tiran a dos jóvenes modelos encarnadas por
Ivana Sugar y Zorah White. No hace falta decirlo, besos negros en culos bien
abiertos y mucho anal en una escena que, tras las corridas, acaba con Rocco haciendo un bis con las dos chicas que
saborean la polla del mito italiano antes de postrarse para recibir el mordisco
que las transformará.
La rubia Ivana Sugar le coge el gusto a esto del sexo
vampírico y hacia el final de la serie comparte con la tremenda Sandra Romain
un buen polvo de más de media hora con Manuel Ferrara, bajo la oculta mirada de
Brooklyn. ¿qué esperar de este trío de europeos? Pues un buen número (uno de los mejores de la película) con más
orales hasta el fondo, besos negros y anales taladradores que termina en un
'mordisco interruptus' previo al gran final de la película.
La parte sexual la completa un polvo a la luz del amanecer
entre Brooklyn y Manuel, más romántico que los anteriores pero no por eso
carente de sexo intenso y de todas las prácticas a las que nos tiene
acostumbrados Stagliano, y un largo número con luz negra y pintura
fosforescente entre Ivana Sugar, Lea Lexus, Sandra Romain, por un lado, y Alice
Romain y Omar Galanti por otro; media hora de sexo hipnótico y videoclipero que
pierde algo de diversión cuando el trío
léxbico deja la escena.
Pero la película tiene su punto álgido (vampíricamente
hablando) en la extraña ceremonia previa al polvo romántico de los
protagonistas. Y es que (atención spoilers) las vampiras y el cura ayudan a
Manuel a devolver a su estado de mujer mortal a Brooklyn. Con el culo abierto
por un speculum/embudo, Brooklyn recibe con impresionantes alaridos una buena
ración de agua sagrada dentro de su cuerpo en un exorcismo agónico que
permitirá a Amira volver a ver el sol y empezar una nueva vida junto a Manuel.
El último capítulo, tras el exorcismo vampírico y el polvo a
la luz del sol, deja el final abierto para una nueva temporada. Pero, sobre
todo, la película deja exhausto al espectador, que ha presenciado más de seis horas de sexo
descarnado en una historia alargada pero con puntos soberbios como la
desvampirización de Amira. Y también deja claro quién se merece este año el
Female Perfomer of the Year en los AVN: una Brooklyn Lee cada día más grande
que va camino de convertirse en una de las grandes actrices porno del nuevo
milenio tras sólo tres años de carrera.
Bueno, pues por fin he conseguido verlo, y la verdad es que ha sido un poco decepcionante. Es verdad que las escenas de sexo no están mal, pero no hay nada más. Nada de nada. E incluso el sexo llega a hacerse un poco repetitivo. Igual ha sido porque me esperaba al Stagliano de Fashionistas y no ha sido así, pero me ha resultado bastante prescindible en general.