La compañía francesa Marc Dorcel lo
tenía claro. Iba a reunir a tres de sus destacados realizadores para pedirles sólo una cosa: que cada uno realice la mayor y mejor orgía de sus filmografías
en un cortometraje de poco más de 30 minutos. Así, lo que tenemos aquí son tres
cortometrajes multitudinarios: 'L'Orgie Gourmande', un secuestro sexual y
culinario por parte de Herve Bodilis; 'Private Orgy', un prostíbulo de ensueño
de manos de Christophe Clark, y 'The Key Party', una orgía de intercambio de
parejas en la lente del americano Paul Thomas. Tres estupendas escenas muy
diferentes con casi 20 participantes cada una.
El primer corto, el de Bodilis, abre con Claire Castel encerrada y atada en el maletero de un coche que circula por la carretera. Al llegar a una gran mansión, vemos que lo conduce una mujer, Aleska Diamond. Claire es conducida hasta Anais Hills, una mujer sexy entrada en carnes degustando dulces y combinándolos con una mamada a un sirviente enmascarado. Hills obliga a comer un bollo a Claire y la manda a que la vistan y se la follen. Así que Aleska se lleva a Claire a otra estancia, donde más de quince personas ya están disfrutando del sexo.
Hombres con capuchas de cuero, mujeres
con máscaras, sirvientas, gentlemen, enfermeras, dominatrix, esclavos con
correa y todo tipo de gente inundan la habitación en las pieles de Black
Angelika, Aleska Diamond, Lou Charmelle, Nikita, Anksa Kara, Tea, Michelle,
Sabrina Sweet, Coco Charnelle y ocho hombres. Excelentemente fotografiada con
glamour y estilo, tenemos 20 minutos de muy buen sexo con Claire y Aleska Diamond
besándose con una polla de por medio, dobles penetraciones para Lou Charmelle y
Coco, mucha acción oral, fetichismo, un buen anal para Black Angelica, mucho
interracial para Sabrina Sweet, y Tea pajeando con cuatro dedos a Michelle.
Clark nos sitúa en su corto en un burdel
de lujo en el que una docena de mujeres maravillosas pasean y charlan esperando
a que lleguen "unos clientes muy especiales". Tarra White es la jefa
de las prostitutas, saluda a todas las chicas, hace desnudarse a Anthonia para
deleite de todas y luego hunde su boca entre las piernas de Aletta Ocean, la
dueña del burdel. Los siete clientes no tardan en llegar y bien dentro del
burdel o incluso en el ático las chicas brindan sus talentos a los que pagan.
Nicole Sweet, Rihanna Samuel, Zafira,
Antonya, Cathy Heaven, Nesty, Eufrat, Katalin, Abelia, Sophie Moone, Debbie
White, Cindy Dollar y Kristine Crystalis conforman el plantel femenino de la
orgía, a la que también se unen plenamente Aletta Ocean y Tarra White. Mires
donde mires hay mujeres cabalgando, masturbándose, lamiendo o besando en una
orgía menos sensual que la anterior pero con una realización más agradecida
para disfrutar del cuerpo de la chicas y de momentos como el tremendo anal y la
doble penetración de Debbie White, Zafira dándose caña con un dildo
transparente, los diversos anales de Cathy Heaven, las bamboleantes tetas de
Nicole Sweet, el anal en lencería fina de Tarra White o la DP de Kristine
Crystalis mientras besa y disfruta de Anthonia masturbándose.
Paul Thomas propone en su cortometraje
una fiesta de intercambio de parejas muy especial a la que acuden Anthony
Rossano y su novia Asa Akira, que no está muy segura de querer participar.
Allí, cada pareja da al anfitrión las llaves del coche con el que ha venido,
las juntan en una bandeja y luego la gente las va cogiendo al azar,
descubriendo así a su pareja de esta noche; pareja provisional porque, a lo
largo de la orgía, bajo el amparo de la proyección de 'Ritual' en una pantalla,
varios irán cambiando de acompañante e irán surgiendo los celos entre algunos
de los participantes.
Asa Akira probará de Evan Stone, de
Ramon Nomar o de Sean Michaels, de punta a punta del gran salón de la orgía, y
será una de las atracciones de la fiesta junto a la siempre arrebatadora Liza
del Sierra, que tendrá una estupenda doble penetración. Mientras, Kaci Starr, Marie
McCray, Aiden Ashley, Diana Doll, Jaelyn Fox, Jeanie Marie, Raven Alexis,
Sophia Lomeli, Yuki Mori y muchos otros darán un gran espectáculo en la orgía
más realista de la película, aunque con escasos planos generales. Finalmente, tras un festín de 20 minutos, la
pareja se queda sola y se marcha con una reforzada confianza, acabando la
película donde empezó, en la carretera apretando el acelerador.
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