Voy a ser sincero. Cuando sólo llevaba unos pocos minutos de este cortometraje de X-Art titulado 'Burning' (que acababa de descubrir) pensé sin dudas que estaba ante el mejor trabajo de porno argumental de la temporada. De hecho, estaba deseando que sólo fuera el inicio de un largometraje (sabía que no) o, aún mejor, el primer capítulo de una serie. Pero no, era un cortometraje (que me parece genial) y falló en lo que toda película (independientemente de su duración) debe tener: el final, un buen tercer acto que remate la obra por todo lo alto.

Y es que el final del corto nos deja esperando otro verdadero final acorde con lo que ya hemos visto, pero los 22 minutos del corto se terminan sin él. Empieza con un hombre magullado pegando tiros en un despacho lujoso en el que le dicen que su mujer está encerrada en un coche apunto de explotar. La vemos. Le dicen donde está y él se lanza a su rescate aunque cree saber que no podrá llegar a tiempo. Todo eso con un ritmo endiablado y una factura visual envidiable, como si fuera una producción de Luc Besson.

Pero donde no falla nunca Luc Besson es en la construcción del guión. Y es que tras llegar al coche y que... (no voy a desvelar si ella muere entre terribles sufrimientos o si el protagonista la salva, es el final) uno espera que, tras la resolución del conflicto, el prota vaya en busca de los malos y al más puro estilo 'Taken' (así empieza el corto), 'Transporter' o, incluso 'Commando', se los cargue uno a uno para vengar lo que le han hecho a su mujer. 

Ese hubiera sido un tercer acto memorable para el que sólo hubieran tenido que recortar dos minutos de la escena de sexo (sí, claro que tiene sexo, y muy bien introducido, ahora voy). Sin embargo, todo termina de una forma poco satisfactoria teniendo en cuenta el inicio de la película y el estilo del filme. Falta de ambición argumental, podríamos decir, para un cortometraje que no merece otro adjetivo que impresionante, pese a que nos falta la escena que antes he descrito.

Y en el camino al rescate de su mujer en un Audi a toda velocidad, el protagonista rememora una escena íntima con su mujer... y nos deja a medias. Sí, sólo hace una finta de mostrárnosla, nos hace esperar hasta que el coche explota y entonces vemos a los protagonistas en su escena sexual. Una escena muy X-Art (cuidada, delicada, sensual), aunque más oscura de lo que nos tienen acostumbrados. Una secuencia íntima y bien rodada, donde lo que más destaca es la parte oral en la que Silvie se esmera en la entrepierna del protagonista.

Tras la escena sexual, que se nos muestra tras el clímax de la película, tenemos un final que, aún sin ser el esperado y merecido, cierra la historia aunque deje muchas cosas abiertas y atractivas por mostrar. Hay que ser justos y reconocer a X-Art que han hecho un excelente trabajo adentrándose en un terreno que espero se convierta en algo más habitual en su producción. Insisto, una serie siguiendo a este personaje y su historia sería épico.