Stormy Daniels despuntó rápido cuando
llegó a Wicked Pictures hace unos 10 años. Se convirtió en su front-girl,
protagonizaba las grandes producciones y forjó su carrera con sus papeles en
'Beautiful', 'Space Nuts', 'Highway', 'Camp Cuddly Pines Powertool Massacre',
'Eternity' o 'Watching Samantha', entre otras. Pero de un tiempo a esta parte
se ha alejado de su papel de estrella y ha demostrado que en lo que realmente
destaca y tiene un verdadero valor en la compañía es escribiendo y dirigiendo
(como demostró en la saga 'The Predator' -I, II y III-, en 'Operation Desert Stormy',
en 'Whack Job' o en la que hoy nos ocupa, 'Blow'.
La cinta de Stormy nos lleva hasta el
negocio de la droga y cómo Brendon Miller y su banda interceptan un cargamento
de cocaína de uno de los capos locales, Jack Vegas. Lo que quiere Miller es
entrar en el negocio y le propone un trato a Jack. Él acaba aceptando, pero su
matón (Marcus London) no se fía de Miller, y la esposa de Jack (Stormy Daniels)
parece que busca algo más que una relación comercial.
Salvo en las grandes producciones
'Operation Desert Stormy' y 'Operation Tropical Stormy', Daniels siempre se ha
caracterizado por escribir y dirigir películas modestas pero muy bien narradas
y realizadas. 'Blow' no es una película menor ni en producción ni en calidad,
pero tampoco es una de las grandes producciones por las que apuesta Wicked de
vez en cuando (cada vez menos). Aún así, el resultado es una historia entretenida,
amena y bien narrada, con una buena utilización de los recursos, de las
secuencias en exteriores, de los personajes y de la intriga. Aunque es cierto
que no le hubieran ido mal 15 minutos más para darle un poco más de cuerpo al
nudo de la historia, algo carente de conflicto y poco desarrollado.
En la parte sexual, correctamente
introducida en la trama pese a poder prescindir de ella para la narración,
destaca por encima del resto de escenas la pequeña orgía que se montan Tommy
Gunn y Brendon Miller con Charley Chase, Diamond Kitty y Sarah Vandella en su
guarida tras proponer el trato. Las tres se lucen en el oral, cambiando de
pareja, cabalgando sobre los chicos y en el juego entre ellas, con Charley
Chase hundiendo la cara en el culo de Vandella mientras la rubia se folla a
Miller.
El resto de escenas son bastante
más normalitas, cuatro parejas (Stormy Daniels y Jack Vegas, Devon Lee y
Stormy, Carmen Valentina y Marcus London, Stormy y Brendon) sin nada
especialmente destacable, pero con un resultado satisfactorio con la marca de
la casa de Wicked, es decir, un sexo suave en el que los performers lucen más
su cuerpo que su pasión.
'Blow' mantiene la intriga hasta el final
(pese a ser algo previsible) y Stormy lleva con buen pulso el ritmo de la película,
con un tercer acto iniciado con mucho estilo, una cabecera interesante, un
primer acto bien planteado, buenas secuencias de transición, un sexo bien
inmerso y repartido, diálogos ajustados, la acción adecuada y sin pretender
alcanzar más de lo que puede dar, que no es poco. Así, logra una cinta que,
aunque no quedará para la posteridad ni destaca entre las propuestas del año,
no defraudará a nadie que vaya buscando una película entretenida y bien hecha con
el toque clásico del Wicked de antaño y que destaque entre la avalancha de
películas menores y prescindibles que inundan las estanterías más recientes de
la compañía de Steve Orenstein.
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