Los que leéis este blog con asiduidad sabéis que no suelo utilizar textos ajenos ni remitir a otras web para las noticias. Sin embargo, hoy voy a hacer un excepción. Se trata de las declaraciones de Erika Lust en su blog del Club Canalla y su batalla irracional (bueno, vale, puramente comercial) del "porno feminista". Os remito directamente porque creo que en Milky Way (donde he leído la noticia) se explica bien y que su editorial es muy acertado y da la misma opinión que tengo yo. No me lo tengáis en cuenta. En breve, una nueva crítica del repaso al 2007 y más novedades.


Noticia
Erika Lust contra todos

La directora Erika Lust es la protagonista de unas incendiarias declaraciones que han convulsionado estos días el mundillo del porno.A través de su blog en el Club canalla, arremete contra distintos personajes que, en su opinión, han atacado su trabajo: un directivo de Private, Antonio Marcos, y, especialmente Max Cortés, al que, en la imagen introductoria, trata de ridiculizar, con una imagen y un texto que reza “¿Tienes miedo de que las mujeres te quiten tu trabajo como director de cine x?No te acojones, cariño, hay sitio para todos/as. Limítate a hacer tu trabajo y deja que nosotros hagamos el nuestro. No te metas con nosotras porque quizás la batalla te viene un pelín grande”.

Editorial
Churras y Merinas
Cada vez que veo a Joan Laporta tratar de hacer política con el Barça de sus amores, no dejo de pensar en cuanto daño está haciéndo al club que tanto dice amar. Algo parecido he sentido con respecto a las mujeres y el porno al leer la solama feminista de Erika Lust en el Club Canalla.La razón es bien simple. Si la persona que lleva por bandera la presencia de la mujer con una identidad propia dentro de este cine, se revela como alguien de ideas extremas e intolerantes, me parece que poca vida le queda a ese proyecto.Por más que leo y releo las declaraciones de Max Cortés, no veo ataque o provocación que justifique tan desmesurada y agresiva respuesta. En mi opinión, Max Cortés se ha limitado a exponer que el director debe de hacer el tipo de porno que le parezca mejor, sin limitar su enfoque a un sexo o a otro.