El supuestamente tortuoso mundo del porno y la pérfida doble moral de los politicos es lo que pretende reflejar en esta película de tintes oníricos y thriller de sobremesa el director Gari Orona, autor de “Vampire Sex Diaries”, que vuelve al frente de una nueva gran producción para Zero Tollerance. Y lo hace con la historia de una misteriosa mujer, Tabitha Stevens, en la habitación de un senador conservador interpretado por Nick Manning.
Es una película con claros puntos a favor en cuanto a la calidad de las imágenes, a la imaginería onírica y a la puesta en escena de gran parte del argumento y del sexo, pero con puntos flacos en el ritmo del relato, el desarrollo de una trama real que atrape el interés y la cohesión de ciertas partes.
Hay que destacar las impresionantes secuencias que protagoniza una desquiciada Tabitha Stevens en el desierto, geniales en todos los sentidos; las incomodas escenas en el despacho del productor, y las numerosas escenas de sexo, variadas y muy satisfactorias. Pero es cierto que la conversación entre el senador y Tabitha en la habitación tiene partes lentas y tediosas, y que el grueso de la película (a veces un poco inconexo) no desarrolla una trama real y supone una excusa demasiado larga para el propósito y desenlace final.
De todos modos, el relato que nos propone Orona a través de Tabitha Stevens está plagado de sexo duro y más que satisfactorio. Sí que es cierto que hay un exceso de Tabitha, que aparece en seis de nueve escenas (con anal, lésbicos, interracial y trio voyeur incluido), pero todas son escenas satisfactorias y, además, tenemos escenas con Sara Sloane y Mark Wood, un cuarteto de Francesca Le, Raylene, Ethan Hawk y Mark Wood, y una escena entre Kagney Linn Karte y James Deen.
Así, “Sanatorium” resulta un encomiable y atractivo segundo trabajo para Orona, aunque demasiado lyncheano de andar por casa como para funcionar. Aún así, le da cuerda a la rama argumental de Zero Tollerance para hacer otro buen trabajo en 2011. Esperaremos.
Lo mejor: La cuidada estética
Kagney Linn Karter y Francesca Le siempre hacen excelentes escenas y parece que aqui tambien