La segunda serie de Digital Playground cogió un camino totalmente distinto al de 'Crave' y trajo una historia bastante vacía sobre el camino del porno al mainstream. La verdad es que entretiene lo justo contando poco y con una escena sexual y varios desnudos y momentos 'presexo' por capítulo y resulta una serie bastante mediocre salvada por un referente de lujo y algunas actrices realmente sexys.

Y es que tras un par de capítulos ves que la historia de una actriz porno (Tasha Reign) que quiere pasarse al mainstream acompañada de tres amigas: Siri, también actriz porno y que también quiere pasar al mainstream; Anna Morna, su manager, y Mia Malkova, una vive la vida actriz porno ocasional, tiene su base en la excelente serie de la HBO 'Entourage'. Es lo mismo: el nuevo actor de moda, su hermano actor menos talentoso, su mejor amigo manager y el amigo gracioso.

Sólo este referente (es sólo eso, en absoluto es una parodia ni versión X) ya hace la serie un poco más atractiva, pero su problema es que es una serie y, como tal, tiene que dejarte con ganas de otro capítulo más. Y eso no se logra cuando realmente no pasa casi nada en cada capítulo. De hecho, lo que pasa en toda la temporada da, justito, para una película corta.

Así que hay que rellenar y eso lo hace bien Robby D. (se nota que no está detrás de la cámara y del guión Jakodema) con Tommy Pistol, genial, como siempre, encarnando al agente vividor de Tasha (¿Ari Gold?), y con ocho escenas sexuales con el cuarteto protagonista y alguna que otra secundaria sorpresa.

Cada uno tendrá sus gustos con las chicas, y a los que les guste la recauchutada Tasha Reign (las tetas las tiene bien operadas, pero no puedo con esos labios) podrán disfrutar de dos escenas hetero muy parecidas, pero con buen resultado.

Pero lo cierto es que el mejor sabor de boca te lo dejan Mia Malkova y Siri, eso sí, con sólo una escena cada una. Las vemos desnudas y en plenos preliminares más de una vez a lo largo de los ocho capítulos de la serie, pero sólo rematan una escena completa una vez cada una.

Mia se tira a un camarero en el segundo capítulo moviendo su tremendo culo y su delicado y flexible cuerpo sobre la barra. Y la cañera y jamona Siri hace lo propio en el primer capítulo prostituyéndose con un tipo en un motel y jugando con sus enormes pechos naturales.

Son escenas normalitas, no nos engañemos, lejos del potencial de estas dos actrices (Robby D. no se caracteriza por sacar lo mejor del las actrices a nivel sexual), pero resultan las actrices con más magnetismo del cuarteto protagonista y a las que deseas ver follar de nuevo en los siguientes capítulos, cosa que no sucede.

Pero también tenemos a secundarias de lujo como Allie Haze, increiblemente sexy y arrebatadora en el club ligándose al barman (el nuevo guaperas del porn valley, Tyler Nixon). Estos dos nos brindan una muy buena escena, una de las mejores de la serie, en la que Allie acaba con la cara totalmente empapada.

Tommy Pistol también tiene su momento tirándose a varias aspirantes a actriz, aunque sólo nos muestran completa la escena con la escultural Capri Cavanni. Y Dani Daniels también visita la serie para tirarse al director y quitarle el papel a la protagonista en una escena normalita que gustará a los fans de Dani (aunque la escena es suave).

Completa el espectáculo sexual la otra amiga del grupo, Anna Morna, que se tira (en el séptimo capítulo) a Gigi Allens, secretaria de Tommy Pistol a la que le tienes ganas desde el primer capítulo. Una de tantas escenas sexuales de relleno que conforman el verdadero cuerpo de la serie, que no tiene nada que contar, pero que entretiene y luce bien a sus actrices con un sexo suave y típico de Robby D.