No lo puedo negar: me encanta Joanna Angel. Y no sólo me gusta ella (estupendas tetas naturales, buenas curvas, máquina sexual, genial en el anal y la DP), sino también su filosofía porno: divertirse y gozar haciendo películas porno sin más pretensiones que hacer que el espectador se divierta y disfrute tanto como ella. Y es que sus películas son sencillas, cachondas, gamberras, algo cutres y con un gran desenfreno sexual. No hay que buscar en ellas argumentos y guiones complejos ni profundos, grandes interpretaciones ni valores de producción; sólo risas, absurdez y mucho sexo del que los performers disfrutan de verdad.
'Bikini babes are... sharkbait' no es una de sus películas más trabajadas, la verdad; pero trae todo eso que caracteriza a sus trabajos. Para empezar, nos cuenta como una chica, para vengar la muerte de su hermana de manos de las peligrosas 'pink pussies', mete un tiburón en la piscina de la banda para que acabe con ellas. Joanna, rechazada por la banda, intentará alertarlas sin éxito, viendo como perecen una por una.
Lo dicho: absurdez y, por supuesto, muchas risas que vienen del propio concepto absurdo de la trama, de algunas interpretaciones como la del siempre hilarante Tommy Pistol, que interpreta a un aspirante a la banda femenina, y de una puesta en escena y un tiburón realmente cutres que buscan de forma deliberada que nos riamos mientras mueren los personajes. Y sí, nos reímos de lo cutre que es, pero nos reímos con la película, no (sólo) de ella.
Y es que el tiburón, la piscina y la banda de chicas es sólo un recurso divertido para enmarcar las escenas de sexo y conseguir lo que simpre busca Burning Angel (la productora de Joanna), que nos riamos un poquito antes y después de excitarnos. Así, entre dentellada y dentellada, además de algún baile absurdo, tenemos cinco escenas de sexo: dos parejas chico/chica, un lésbico y dos tríos, uno con dos chicas y un chico y otro con dos chicos y una chica.
Lo cierto es que los dos tríos son las escenas más calientes. Tommy Pistol, muy amanerado durante toda la película, se monta un buen número con Andy San Dimas y Draven Star tras jugar a pasarse un billete de boca en boca. Pistol y las chicas se lo pasan de fábula follando, como todos los performers en las películas de Burning Angel, y aquí Tommy chupa todo lo chupable (siempre demuestra gran afición por el ano de las chicas) y se las folla en todas las posturas que puede, además de dejarlas hacer entre ellas. De hecho, son ellas las que marcan el ritmo, sobre todo la insaciable San Dimas.
El siguiente trío, con Arabelle Raphael en medio de Michael Vegas y Danny Wylde, es más activo, con la tetuda de polla en polla para acabar recibiendo duro a lo perrito, boca arriba, contra la pared, tumbada de lado o cabalgando sobre ellos, siempre jugando con los dos (aunque sin darse a la doble pentración) sin un instante para respirar. Sexo de verdad, donde se nota que se lo pasan bien. Así tendría que ser siempre.
Y aunque con estas dos escenas ya quedas más que satisfecho, eso no es todo. Y es que Joanna, tras masturbarse, se tira al fornido John Strong al aire libre en un número menos movido que los anteriores pero rematado con el esperado anal de Joanna, que hoy se queda sin DP.
Acto seguido, Joanna, que sigue cachonda, se lo monta con Tori Lux en la tumbona de la piscina con mucho juego oral y digital. Y después, sin acabar de quitarse el bikini y totalmente depilada, Nikki Hearts, la menos salvaje del reparto, se lo monta con Wolf Hudson en el bar de la piscina.
Al final, 'Sharkbait' es sólo una película a la que se vuelve para saltar directamente a ver una buena escena de sexo, no para disfrutar de un buen feature. Pero la verdad es que el cachondeo general consigue que no quites la película sin echarle otro ojo a las muertes en la piscina en las fauces del cutre tiburón de goma. Y eso, sólo Joanna Angel lo consigue.
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